Un día, cuando Cochi volvió a casa después de su paseito, llegó con la cara hinchada. Nunca supe por qué fue, pero sospecho que le picó algún insecto.
Estuve unas horas observándola, por si era necesario llevarla al veterinario, pero la hinchazón fue bajando poco a poco. Al llegar la noche, ya había desaparecido por completo.
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